hoy fue una Navidad sin luna y mucho
sol
pisé por la mañana verdes prados
mojados
precipitado cayó el atardecer, como
siempre
el cielo anduvo azul de día,
estrellado de noche
la mesa se llenó pronto de copas y
bocados
yo siempre digo que no me gustan los
regalos
pero la vida se empeña en enviar
sorpresas
sin avisar, sin envolver siquiera y sin
motivo
la sobremesa se alargó, no hubo cena
con mi cabeza ausente, y la copa llena
brindis se sucedían, por los presentes
y el mensaje allí seguía, sin
contestar
la última brasa del hogar se apaga
parpadean aún las luces del árbol
en mis ojos fatigados se refleja
todavía
la luz de la pantalla, y tu sombra gris