dimarts, 2 de febrer del 2010

La Tumba de las Luciérnagas (Isao Takahata, 1988)

¿Por que las luciérnagas mueren tan rápido? Pregunta la pequeña Setsuko a su hermano Seita. En el mundo que les toca vivir a los inocentes protagonistas de esta historia, las luciérnagas representan la esperanza, la luz al final de un oscuro escenario que no han podido elegir. Pero la guerra es cruel sobro todo para los mas desvalidos, y esa luz no se mantiene mucho tiempo encendida.

La tumba de las luciérnagas es la obra maestra de Isao Takahata, y una de las mejores películas de la historia del cine, ya sea de animación o no.

Aún sabiendo desde el principio el final de la historia (basada en hechos reales, que ya fueran reflejados en un libro por Akiyuki Nosaka, de forma autobiográfica) Takahata juega constantemente con los sentimientos del espectador, sin recurrir a la sensiblería ni al maniqueísmo, entremezclando momentos entrañables y de gran belleza con crueles caídas al abismo de los dos hermanos protagonistas. Todo ambientado perfectamente en su contexto histórico, y cuidando los detalles de manera que todo resulte realista y creíble.

La animación es excelente para la época, retratando sin paliativos las calamidades producidas por los bombardeos, y con el mérito de no mostrar apenas imágenes de guerra. Destacaría especialmente la animación de Setsuko, sus movimientos, expresiones y reacciones son los de una niña de su edad, y hace que el espectador le coja afecto al instante.

Finalmente avisar que la sensación que deja en el cuerpo esta película es de total abatimiento y desconsuelo, y además tarda bastante en desaparecer, aunque la satisfacción de haber visto una obra de arte mayúscula compensa todo lo demás (al menos para mí). Obviamente no es una película para el público infantil.

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