dimecres, 7 de desembre del 2011

Nosferatu, vampiro de la noche (Werner Herzog, 1979)

Werner Herzog homenajea a Murnau en este remake del Nosferatu clásico, basado en la novela de Bram Stoker. Lo homenajea, pues una de las virtudes de la película es saber mantener el clima misterioso, angustioso y romántico de la original sin cambiar la historia (mantiene incluso muchas secuencias casi iguales), pero consiguiendo una personalidad propia. Klaus Kinski interpreta a un Nosferatu bien caracterizado a imagen y semejanza del de Murnau, y transmite sensaciones de soledad melancólica y monstruosidad combinadas adecuadamente. Su instinto de depredador contrasta con en su faceta de bicho raro torturado por su condición. Frases como, “Me gusta la oscuridad y las sombras, donde puedo estar solo con mis pensamientos” o “La muerte no es lo peor, es mucho peor no poder morir”, son un buen ejemplo de ello.
Evidentemente las diferencias técnicas respecto al film original son abismales, y afortunadamente éstas se utilizan para poner énfasis en la ambientación del clásico sin desdibujar su espíritu. Prueba de ello son una banda sonora muy acertada y una fotografía con unas tonalidades acordes con el ambiente malsano que impera en todos los escenarios.
Si a todo esto añadimos las particulares pinceladas de Herzog, nos encontramos con una versión más que recomendable, que va a aportar al espectador conocedor del clásico una nueva visión, aún sabiendo en todo momento todo lo que va a ocurrir, y va a gustar a quienes se acerquen por primera vez a ésta obra.

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