Chihiro se pierde en un mundo lleno de seres estrambóticos y es secuestrada por la bruja Yubaba, además sus padres son convertidos en cerdos por la misma y debe deshacer dicho conjuro. Esta surrealista historia representa en el fondo el esfuerzo personal de una niña para superar su etapa infantil y evolucionar hacia la adolescencia. Chihiro aprende durante esta andadura el valor de la amistad, a trabajar para conseguir sus objetivos y a luchar por sus seres queridos sin renunciar a ella misma, algo que todo ser maduro debe asimilar en un momento u otro en su etapa previa a la adultez.
Si bien la película es apta para todos los públicos y edades, ciertamente entra dentro de las obras “adultas” de Miyazaki, y la disfrutaran mucho más personas a las que entre bien la fantasía y sean capaces de dejarse llevar por este mundo un poco incomprensible a veces. Sin duda un regalo para los sentidos y en definitiva una película imprescindible para todos los amantes de la animación.
