La historia gira entorno al reverendo Harry Powell , la representación del mal, un auténtico embaucador, un malo que da gusto ver en una pantalla, cínico, hipócrita y sin escrúpulos, pero que a nadie le gustaría conocer en persona.
Las almas más inocentes son manipuladas fácilmente por este ser, para descubrir sus verdaderas intenciones no hay que fijarse en sus palabras, sino en sus actos, tal y como se nos advierte en el prologo de la película (Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero, pero que en su interior son lobos furiosos. Por sus actos los conoceréis). Una advertencia sin duda más que útil y que siempre debemos tener en cuenta en nuestras vidas, plagados como estamos de vendedores de humo, seductores de medio pelo y politiquillos corruptos.
Afortunadamente siempre existen mentes más suspicaces, aún siendo infantiles, que no se fían de las apariencias y mantienen sus convicciones hasta las últimas consecuencias. El pequeño protagonista y la cuidadora de niños son el ejemplo, la representación del bien.
La batalla entre el bien y el mal se va librando a lo largo del film, a veces de una manera más psicológica, otra más física, y siempre manteniendo un alto nivel de suspense y calidad visual. Al final uno se queda con una sonrisa en la boca y la sensación de haber visto una obra redonda, entretenida a la vez que original.

Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada