Johnny Marco, un popular actor de Hollywood, mantiene una vida que en principio sería la envidia de muchos de nosotros. Viaja por todo el mundo promocionando sus películas, espectaculares mujeres le esperan a la puerta de su casa (un impersonal hotel) y posee un precioso Ferrari y todo tipo de bienes materiales. Sin embargo un vacío existencial planea sobre él, como se intuye en cada una de las secuencias, tanto las que muestran sus quehaceres profesionales como las más familiares (exceptuando quizás aquellas donde su hija le acompaña). Ese vacío es algo que ya se vislumbra desde la significativa primera escena, en la que Johnny da vueltas circulares con el coche en medio de la nada. El resto de la película profundiza ese mismo tema, estirándolo quizás un poco demasiado, pero con el suficiente estilo para impedir llegar al tedio o al desinterés en ningún momento.
En definitiva una buena reflexión no ya solamente sobre la vida supuestamente espléndida de las súper estrellas, sino sobre lo que puede dar sentido a nuestras vidas en comparación a lo que es simplemente superfluo.

La vaig veure l'altre dia, justamente l'escena de la foto és de les que més em va agradar.
ResponEliminaDoncs si, una encertada i inquietant escena sense cap paraula però moltes lectures.
ResponEliminaUna abraçada.